DO Toro – Una Tinta única en España

LOCALIZACIÓN E HISTORIA

Hay una región española, cuyo nombre no puede ser más emblemático, donde la uva adquiere una calidad excepcional. Hablamos de la demarcación de Toro, que en Zamora se extiende por las zonas de Argujillo, Bóveda de Toro, El Pego, Venialbo o Villabuena del Puente, entre otros municipios; mientras que en la provincia de Valladolid abarca Villafranca del Duero, San Román de Hornija y Pedrosa del Rey (Pago de Villaester de Arriba y de Villaester de Abajo). Aunque los asentamientos de viticultura son previos a la época de los romanos, los vinos de Toro se convirtieron en un bien apreciado durante la Edad Media y experimentaron un gran despegue en el siglo XIX. Fue entonces cuando empezaron a exportarse, ya que resistieron a la fuerte plaga de filoxera que asoló todo el país y lograron cubrir la demanda de otros países contiguos.

SUELOS

La extensión total de la zona que ampara la DO Toro abarca 5.800 hectáreas y se encuentra en un rango de entre 650 y 825 metros de altitud. Los viñedos se extienden principalmente desde el río Duero hacia el sur, motivo por el que predominan los suelos aluviales, en parte debido a los afluentes del Guarena, Talanda y Hornija. Los que quedan al norte, en Morales de Toro y Pedrosa del Rey, forman parten de una adición posterior a la DO y se asientan sobre una tierra seca y arenosa, con un subsuelo pedregoso pobre en materia orgánica, pero bien drenado.

CLIMA

A todo ello se suma que la zona goza de un clima continental extremo, con influencias atlánticas y de carácter árido. De este modo, hay veranos largos, calurosos y a veces muy secos; e inviernos más cortos, pero muy fríos, donde las temperaturas pueden caer hasta los -10°C. Las heladas son un riesgo entre octubre y mayo, mientras que los viñedos en llanuras bajas son susceptibles a los fuertes vientos. Todas estas condiciones de contraste dan calidad a la uva.

TIPO DE UVA

La Tinta de Toro es la variedad autóctona por excelencia, de cuyos orígenes apenas se tiene información. Origina vinos que se asemejan al Tempranillo o Tinto Fino. También está la Garnacha, conocida como Tinto Aragonés, que inspira sabores sutiles y cremosos. La combinación de ambas variedades, con predominio de Toro, genera los rosados. En cuanto a los blancos, se elaboran Verdejos y Malvasías, este último con una proporción mínima del 85%.