DO Neuquén y Río Negro – una apuesta por recuperar el esplendor de antaño

LOCALIZACIÓN E HISTORIA

Históricamente, las bodegas de las denominaciones de origen de Neuquén y Río Negro han gozado de un peso específico dentro de la producción vinícola argentina, aunque a finales de la década de los 80 atravesaron por un periodo de recesión del que comenzaron a salir aproximadamente diez años más tarde, gracias a la puesta en marcha de nuevas bodegas, sobre todo, en la DO de Neuquén y más concretamente en la localidad de San Patricio del Chañar. En esta DO, las bodegas están localizadas, en su mayoría, en las cuencas de los ríos Neuquén y Limay, al sudeste del territorio.

Al Valle del río Neuquén podemos añadir el Alto Valle del Río Negro, en la denominación de origen del mismo nombre, como otro de los focos de producción de vino en estas denominaciones de origen argentinas. Las actuales bodegas de la DO Río Negro recogen el testigo de las compañías vinícolas que fueron protagonistas en el pasado en la producción de vino en el país junto a otras denominaciones de origen como San Juan y Mendoza.

A diferencia de otras regiones del país, en el sur argentino la vitivinicultura constituye una actividad secundaria en la economía de la región.

La zona vinícola de la Patagonia no está en la zona de la Patagonia con vista a las cumbres nevadas de los Andes y pinares, como muchos podrían pensar sino en el oasis de la región desértica de Neuquén y Río Negro.

SUELOS

Los suelos en las denominaciones de origen de Neuquén y Río Negro se adscriben por lo general a las condiciones de la región de Patagonia. Los diferentes tipos de suelos que se encuentran son los típicos del desierto, aluvionales, grises, formados por materiales coluvio-aluvionales. En la actualidad, los avances en sistemas de irrigación han permitido que las áreas dedicadas al cultivo de la vid se hayan extendido a la meseta patagónica de suelos pobres, profundos y arenososo con canto rodado. En la localidad de San Patricio del Chañar encontramos diferentes tipos de suelos franco-arenosos y franco-limosos y pedregosos.

La altitud es de las más bajas de las regiones vitícolas argentinas, unos 350 m de media sobre el nivel del mar al pie de la meseta patagónica, donde son constantes los fuertes vientos patagónicos del Sudoeste. La acción de estos vientos secos ayuda a mantener viñedos y uvas en excelentes estado de sanidad, libres de hongos y también permiten una viticultura prácticamente orgánica. La presencia de las aguas del río Neuquén hace posible el regadío.

CLIMA

En ambas denominaciones de origen, Neuquén y Río Negro, la tipología de clima que encontramos en la mayor parte de su terreno es continental desértica. La media de precipitaciones anuales no destaca especialmente, ya que se contabilizan unos 200 mm y la humedad es del 56%. Las temperaturas no sufren en sus extremos en verano e invierno, situándose las mínimas en unos 6º y las máximas en apenas 22º. Puede haber heladas tardías de primavera o tempranas en otoño, excepcionalmente puede haber heladas negras en pleno verano, esta corta duración del período libre de heladas posibilita el cultivo de variedades de recolección temprana.

Si bien la zona cultivada se ubica a baja altura, entre los 270 y 415 metros, la temperatura desciende como consecuencia de la latitud, que tiene un efecto compensatorio. Resumiendo el clima es caluroso de noches muy frías y de sequía muy fuerte, con gran exposición solar y permanentes brisas, por lo que es necesario establecer medidas de protección de las vides para paliar el efecto de vientos de diferente intensidad.

En la zona de Río Negro el clima es incluso algo más frío debido a la influencia del Río y por ello se han plantado variedades de uva de climas fríos como Merlot y Pinot Noir.

En la Patagonia el clima es seco y mucho más ventoso que en Mendoza, la latitud es la más austral del país y la altitud bastante más baja que en Mendoza.

TIPO DE UVA

La inclinación por las uvas más finas ha sido siempre una característica del terruño austral. Desde comienzos del s. XX sus viñateros interpretaron correctamente que el clima de la región requiere variedades de cicló corto.

Las temperaturas en la denominación de origen de Río Negro, más bajas que en la DO de Neuquén, son la causa de la apuesta por unas variedades más adaptadas al clima frío como la pinot noir o merlot. Otras de las variedades que podemos encontrar en estas dos DO son la cabernet sauvignon, chardonnay o semillón.